Mujer y naturaleza, cuestión de prioridades

08/03/2017

María Vélez, Comunicación Línea Verde

info@lineaverdemunicipal.com

8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

El debate sobre desafíos climáticos parece estar siempre en la palestra y da la sensación de que se esté produciendo más un proceso de involución que de avance en este sentido. 

Es posible mencionar al cambio climático, que no es meramente un problema susceptible de ser noticia y al que nos hemos acostumbrado por las continuas menciones al mismo. Se trata de un fenómeno que está destruyendo el mundo en el que vivimos. Cabe destacar también la incesante subida del nivel del mar debido al calentamiento global, que puede tener consecuencias devastadoras en un futuro no demasiado lejano; así como es importante reseñar el nivel creciente de la contaminación del aire; el acceso, cada vez más reducido, al agua potable; y las elevadas tasas de extinción. 

Todos los problemas mencionados están dando lugar a que el mundo sea un lugar hostil  al que se le están robando, poco a poco, las condiciones idóneas que permiten vivir con unos niveles de salubridad apropiados. Y entre las personas más afectadas se encuentran los niños y las mujeres. Ellas son quienes, en mayor medida, se encargan  en los países en vías de desarrollo de la recogida de agua, la pesca o del cultivo de tierras afectadas por inundaciones y, en períodos como el embarazo y la maternidad, su salud se halla en un estado más delicado y expuesto a un mayor riesgo. En cambio, curiosamente, es la voz de las mujeres a la que menos atención de le presta a la hora de planificar y gestionar temas en materia de medio ambiente. 

Ellas, que a lo largo de la historia han demostrado con creces que disponen de  capacidades más que suficientes para la gestión de recursos naturales y para la adaptación al cambio climático y, sin embargo, sus aportaciones son minusvaloradas o, incluso, desdeñadas. 

Existe todo un cuerpo de leyes nacionales, regionales e internacionales que procura abordar las cuestiones medioambientales cruciales a nivel mundial. Pero, ¿hay avance global, especialmente en cuanto a la participación de las mujeres en este sentido y la transversalización de género? Precisamente género y medio ambiente suelen ser los temas que quedan a la cola en la escala de prioridades nacionales e internacionales, por lo que combinarlos parece necesario por éste y el resto de motivos que se exponen. 

Y es que, la participación de las mujeres en cuestiones medioambientales es fundamental, no sólo por constituir un derecho de éstas, sino por el diferente modo de relación con el medio que se da en hombres y mujeres. Tanto las necesidades y los conocimientos como las responsabilidades y el control sobre los recursos naturales difieren si hablamos de ellos o de ellas. Y, dándole una vuelta de tuerca más, existen diferencias biológicas claras e insalvables entre ambos géneros, por lo que la afección debida a la contaminación y al deterioro ambiental se vive de un modo también muy distinto en los varones y en las hembras. 

Con todo, y si se quieren llevar a cabo investigaciones certeras y desarrollar programas efectivos para conseguir que el medio ambiente esté sano y se llegue a un desarrollo basado en la sostenibilidad, las cuestiones de género deben incorporarse desde la base, en las discusiones y en la toma de decisiones importantes. 

Hoy, Día Internacional de la Mujer, desde Línea Verde se les rinde homenaje a todas, pero especialmente a aquellas que, conocidas o anónimas, contribuyen al cuidado de la Tierra desde su parcela de actuación. Las mujeres, como sujetos activos en la sociedad, han aportado y lo siguen haciendo desde diferentes ámbitos que, en muchos casos son reconocidos, pero no lo suficientemente visibles. 

Luchemos TODOS, porque las mujeres estén presentes en foros de debate y ocupen puestos que sean esenciales en la toma de decisiones de cualquier organización. Y, si se quiere alcanzar este logro con verdadera equidad, hemos de demostrar cuán válidas son las mujeres, puesto que no hace tanto que dejamos de estar en la sombra. Claro que, para rendir cuenta de la valía del género femenino es necesario que haya menos puertas que se cierren por el mero hecho de ser mujer, con todo lo que ello puede conllevar, o no. 

Gracias a todas las mujeres que abrieron el camino del cambio y a todos los hombres que las dejaron pasar. 


María Vélez, Comunicación Línea Verde

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